Las aplicaciones del Blockchain varían y aunque normalmente lo escuchamos cuando hablamos del tema de criptomonedas. La tecnología de Blockchain es una base de datos online única, descentralizada y que puede contener cualquier tipo de registro. Pensemos en el Blockchain como un libro contable y distribuido en el que las transacciones se agrupan de forma secuencial en bloques. Es por esto que algunos autores han llamado al Blockchain el “notario del siglo XXI”.
Legalmente podríamos hablar de que el Código Civil Federal sí posibilita la realización de contratos lícitos por medios tecnológicos, puesto que se obtiene el consentimiento expreso de ambas partes a través de medios electrónicos, ópticos o de cualquier otra tecnología. Además acepta las tecnologías que permitan la expresión de la oferta y aceptación de esta en forma inmediata. Esto se puede lograr técnicamente por medio de la herramienta Blockchain.
La parte legal y enfocada al Blockchain aún tiene mucho camino por pavimentar para poder tener un uso masivo aunque por definiciones es considerado una actividad vulnerable para efectos de legislación. Recordemos que las denominadas “Actividades Vulnerables” son una serie de actividades que son de alto riesgo por ser utilizadas como un vehículo para blanquear capitales provenientes de la realización de algún delito. Podríamos decir que el marco legal del Blockchain aún está en proceso ya que, en principio ya se han tratado de reglamentar los medios de pago basados en criptoactivos y se reconoce la validez de los formatos digitales. Por otro lado no hay una legislación exclusiva sobre la herramienta informática y su marco normativo.
Aún así su uso sigue avanzando y esta herramienta, que incluso hemos hablado de que los delincuentes han tratado de utilizarla para el lavado de dinero. Así que será un verdadero reto para gobiernos y legisladores sobre el cómo incorporar esta herramienta “independiente” dentro de los mercados.