Las Fintech se encuentran en la mira de los riesgos emergentes ante el SAT debido a la posibilidad de Lavado de Dinero.
Es un hecho de que la evolución e innovación tecnológica en los servicios financieros ha estado presente permanentemente en el sector financiero e incluso ha dado grandes saltos en los últimos años, después de la pandemia. Esta situación que además se ve exacerbada generacionalmente por una población que se adapta a la tecnología de manera acelerada a través en gran medida del uso de los teléfonos inteligentes y acceso a internet. Bajo este contexto, continuamente hemos visto surgir gran cantidad de Instituciones de Tecnología Financiera o FinTech, por sus siglas en inglés “Finance Technology”.
En la actualidad, el mercado de las FinTech ha ido en aumento y según fuentes formales, México se encuentra situado en el segundo lugar como ecosistema Fintech más importante de América Latina, con 334, sólo antecedido por Brasil que cuenta con 377 (año 2018). Esto también se convierte en un mercado y un nuevo medio para el Lavado de Dinero en México.
Tomando en cuenta este panorama, el 9 de marzo de 2018 México emitió la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, en las que se establece el marco normativo en materia de prevención de operaciones con recursos de procedencia ilícita y financiamiento al terrorismo.
Adicionalmente, las Instituciones de Tecnología Financiera son un sector joven, por lo que aún no cuenta con la información necesarias sobre la operatividad de estas mismas y así mismo los riesgos sobre Lavado de Dinero que pudieren surgir a partir de su operación y por ello el SAT los ha identificado como un Riesgo Emergente en México.